Barcelona Vida

defensa de la vida y la familia, valores, sociedades intermedias

25 M en la Sagrada Familia. Allí apoyaremos a los que se la están jugando por la vida, como Mn. Ignaci.

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Reproducimos la entrevista concedida por Ignasi Fuster a Zenit. Nos parece valiosa por la coherencia, pero nos gustaría destacar el conocimiento de las prácticas del hospital y el equilibrado juicio ético, el agotamiento de los pasos, incluido de manera muy especial el trato personal con miembros del hospital, antes de tomar la solución definitiva. Pensamos que Mossen Ignasi Fuster traza un camino que puede ser duro pero difícilmente renunciable para un cristiano. En uno de nuestros primeros servicios informábamos de otros profesionales que habían sabido estar a la altura en circunstancias difíciles. 

BARCELONA, miércoles 13 de julio de 2011 (ZENIT.org).- Vicepresidente del patronato de la Fundación Privada Hospital de Sant Celoni por ser párroco de esa localidad, Ignasi Fuster presentó su dimisión a este cargo el pasado 10 de marzo por razones de conciencia.

No quería participar en la dirección de un centro en el que -como en tantos otros, incluso católicos- se practicaban vasectomías y se dispensaba la píldora del día después.

En la siguiente entrevista concedida a ZENIT, el sacerdote afirma que «la mentalidad anticonceptiva provoca una cerrazón ante el don de la vida» y con ello «lo que está en juego es una gran cuestión ética de enorme trascendencia: la acogida y el amor hacia la vida posible».

– ¿Cuándo empezó su malestar con el cargo en el hospital?

Ignasi Fuster: Cuando llegué a la parroquia hace cuatro años, me llegó, por diversas vías, que en el hospital había prácticas contrarias a la moral católica: se realizaban vasectomías (esterilizaciones masculinas) y se dispensaba la píldora del día después.

– ¿Cómo actuó?

Ignasi Fuster: Intenté cambiar las cosas. Pedí, sobre todo al presidente del patronato, la exención, en nuestro hospital, de estas prácticas, y también de dispensar la RU-486, lo cual está previsto en la nueva ley del aborto, aunque en el hospital no se distribuía esta píldora abortiva.

Estuve cuatro años luchando a base de conversaciones, diálogo, de intentar cambiar las cosas hasta que llegó un momento en que sentí agotadas mis posibilidades y presenté mi dimisión.

Lo hice alegando que yo era vicepresidente del patronato y los orígenes eclesiásticos del hospital. Pero los demás miembros del patronato no vieron bien esta demanda.

– ¿Cuál es la composición del patronato?

Ignasi Fuster: El patronato de la Fundación Privada Hospital de Sant Celoni está compuesto por un presidente, cargo que corresponde al alcalde de Sant Celoni; un vicepresidente, cargo que corresponde al párroco, y el juez de paz de la localidad, además de cuatro miembros designados por el alcalde y otros cuatro designados por el párroco.

– ¿Entonces usted vio la necesidad de dimitir?

Ignasi Fuster: Llegó el momento de defender la propia libertad y la propia conciencia. La única solución que tenía era retirarme del hospital, porque no podía estar al frente de una institución -formando parte del órgano de gobierno- que va contra mis principios de fe y de moral, porque al final está el Dios de la vida. Hice un ejercicio de coherencia.

Me amparé en el derecho que hay en la Constitución a la objeción de conciencia por razones ideológicas y religiosas, ante notario.

Fue una decisión personal del párroco, Ignasi Fuster, que es quien ocupa el cargo.

– ¿Qué reacciones ha suscitado su renuncia?

Ignasi Fuster: En el pueblo hay muchas personas que aunque no están de acuerdo conmigo, sí han reconocido y han sabido valorar que yo era coherente con lo que creía y con mi visión de estos aspectos de la sexualidad y de la vida.

También ha habido gente que se ha alegrado con la decisión. Supongo que sienten la responsabilidad de la Iglesia en los tiempos difíciles que vivimos.

– Su cargo en el patronato del hospital ahora está vacante. ¿Han cambiado en algo las prácticas que le llevaron a dimitir?

Ignasi Fuster: Se continúan haciendo estas prácticas, como es lógico. Con las reducciones presupuestarias, me parece que las vasectomías no se realizan, pero sería algo circunstancial, por una razón económica en el marco de una reducción de servicios, no por convicción.

– ¿Qué prácticas que se realizaban en el Hospital de Sant Celoni considera perjudiciales y por qué?

Ignasi Fuster: Se hacían esterilizaciones; sólo vasectomías, no se realizaban ligaduras de trompas porque hay servicio de Ginecología, pero no de Obstetricia.

También se dispensa la píldora del día después, aunque no se realizan abortos quirúrgicos ni selección de embriones.

A mí me decían que la píldora del día después no es abortiva, pero yo defiendo que tiene un doble efecto: anticonceptivo, pero también abortivo, si ha habido concepción.

La pastilla intenta inhibir la ovulación y «dispara» si ha habido concepción: evita que se implante en el útero. Para mí como persona de Iglesia son cuestiones graves.

El Documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe Dignitas personae (2008) recuerda que esta píldora es «interceptiva», es decir, intercepta el embrión y lo elimina.

– ¿Por qué se opone a las vasectomías?

Ignasi Fuster: Las vasectomías son esterilizaciones masculinas y, al igual que las ligaduras de trompas, acaban por tanto actuando como un método anticonceptivo.

Pero, ¿cómo entender que un ser humano se esterilice? La posibilidad de engendrar es una capacidad que pertenece al ser humano. La privación de esta potencialidad no respeta esta dignidad.

Pienso que el hombre debe vivir ante el misterio de la nueva vida en una actitud de apertura o de hospitalidad.

En cambio, la mentalidad anticonceptiva provoca una cerrazón ante el don de la vida. Entonces, ¿qué será de nuestra sociedad si se pierde este sentido de la acogida? Pienso que nos jugamos cosas importantes.

Por otra parte, la Iglesia habla de una paternidad y maternidad responsables. Pero esto está muy lejos de lo que significa esterilizarse.

Lo que está en juego es una gran cuestión ética de enorme trascendencia: la acogida y el amor hacia la vida posible.

– Pero al ser un hospital de la red de centros públicos, ¿no es obligado para un hospital ofrecer estos servicios?

Ignasi Fuster: Deberíamos poder contratar los servicios que nos interesan y los que no, no; porque el hospital no es público, aunque se pague con dinero público; tiene una identidad propia. Estamos en la red pública pero no somos público, deberíamos tener libertad para contratar lo que consideremos.

El hospital recibe dinero público, sin el cual sería inviable, pero es lógico que podamos decidir los servicios que contratamos. Deberíamos poder decir que estos servicios en concreto, una proporción pequeñísima, no los contratamos. Pienso que se debería respetar la identidad en parte eclesiástica de ese hospital.

Written by barcelonavida

marzo 19, 2012 a 2:27 pm

4 respuestas

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  1. Para que el creado se cierre a la procreación, es paso indispensable que se cierre primero a la creación, con eso está todo dicho.
    Mi más firme apoyo y enhorabuena al Padre Fuster, con quien me gustaría conversar. Quiero que sepa que colaboro también con su antiguo vicario, el P. Custodio.

    Luna

    agosto 16, 2011 at 12:09 am

  2. El Hospital de Sant Celoni no és sinó, un de tants hospitals amb un nivell de qualitat pesim, però és normal partint de que el president és l’alcalde i el vicepresident un parroc.
    Nem per parts.
    El Hospital de Sant Celoni, com bé diu el pare Ignasi, és una Fundació Privada! I pel fet de estar financiat amb fons públics ( diners que jo he pagat al Estat), deberían oferir els serveis que la societat mana, ja que aquesta és qui fa posible que aquest pseudohospital, encara estigui en peu.
    Pare Ignasi, enganyareu als religiosos i a les persones majors tancades de mires i vulnerables, però a nosaltres, els joves amb sentit comú, una merda!

    Per cert, la actitud que portes a terme en una relació quasi impositiva, bé per ignorancia o demagogia, fa que Jesús, si existéis, s’havergonyi de tu.

    Salut!
    P.D. Una persona pot defender les seves idees, però mai imposarles i creure que està en poder de la raó i el altre no ( perque pensa el contrari, perque és ignorant, etc…)

    Frank

    octubre 7, 2011 at 12:09 am

  3. «havergonyant» es tu ortografía, muchacho. El Padre fuster se encontraba ante la clara imposición de una ley injusta, dictada y sancionada en contra del sentir del Pueblo y de la dignidad humana. Como va en contra de sus principios y de la ley natural, no tiene por qué cumplirla.
    Es alarmante cómo puedes pasar en un comentario tan breve de la defensa del criterio personal de cada uno a la imposición dictatorial, constituye una patética radiografía de la juventud de hoy.

    Aquél que no considere que tiene la razón en algo frente a otra persona que sostiene lo contrario, se encuentra en uno de estos tres supuestos:
    1- La está buscando e intenta conocer más, para llegar al fondo del asunto.
    2- Es hipócrita y no cree en lo que afirma.
    3- Padece esquizofrenia.

    Nuestra actitud es lo que cuuenta a la hora de defender un principio, no se nos puede descalificar por creer en él. De todas formas, a nosotros nos interesa la Verdad, la razón se la den a las bestias, como decía Unamuno.

    Luna

    octubre 7, 2011 at 8:27 am

  4. […] animamos a leer la entrevista a Mn Fuster en donde se muestra una actuación coherente con la dignidad cristiana que debería haber sido imitada […]


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