Cómo pretende terminar la ONU con el hambre

Acabar con los niños pobres… enterrados

En la ciudad de Madrid se celebró este jueves una reunión de alto nivel de la ONU sobre el hambre, seguridad alimentaria y nutrición. Salta a la prensa que han debatido el modo en que pueda mejorarse la captación de agua (Que quedaría para los físicos, fontaneros y administradores, más que para los políticos)y otros temas parecidos, que corresponden a otros profesionales.

Todo esto se ha hecho en aras del cumplimiento de lo que se conoce como Objetivos Mundiales para el desarrollo o por las siglas ODM, todo un ejercicio de encriptación por eufemismos que tiene por resultado la fijación de un plazo de mil días para aumentar hasta cifras desmesuradas la anticoncepción, el control de la población y el aborto.  Se hace con los pretextos consabidos de luchar contra el SIDA o la malaria, aumentar las oportunidades laborales de la mujer, mejorar la escolarización, terminar con el hambre y los niños abandonados …

Cierto, hasta con un grano de pus puede terminarse si se mata al paciente, pero no es un medio lícito, como no es lícito engañar a la población mundial para arrebatarle su descendencia. Naturalmente, encontramos los inefables postulados maltusianistas como trasfondo de este contenido, mal camuflados en el objetivo de «terminar con la superpoblación de algunas áreas».

Pero aún hay más, y esto ha de decirse:

En sesión de la ONU de enero de 2007, se decidió investigar la vinculación del presidente de la Organización Mundial para las Naciones Unidas, Honorable Ban Ki Moon con la secta Moon. Puede extrañar esta iniciativa y parecer que atenta contra la libertad religiosa de los miembros del organismo, pero tenía una base fundada de duda más que razonable, puesto que esta secta tiene por objetivo el dominio mundial y la plena sumisión de sus miembros al «redentor» que la guía, en quien ven sus partícipes nada menos que la oportunidad de perfección de Jesucristo a través de una nueva Redención, en la suposición de que la anterior fracasó, porque «un Dios no puede morir en la cruz ni andar descalzo, sino que ha de ser rico y poderoso para perfeccionar este cometido» Ved en este enlace los postulados y actuación de la secta y comprenderéis los miedos que motivaron la iniciativa de investigación.

Sin embargo, se duda de la legitimidad de muchos políticos por ser cristianos o pertenecer a congregaciones católicas, pero lo de Moon es intocable: Decidió la ONU que «la vinculación religiosa del líder era irrelevante y quedaba en su ámbito privado». (Desventajas del laicismo, que permite estas situaciones.)

En la actualidad, la filiación de Ban ki Moon a la secta permanece en modo oficial como «privada». Mejor podrían decir «secreta». Ban Ki Moon es descendiente y familiar directo de Sung Myung Moon, fundador de la secta. Ésta tiene unas estrictas normas de permanencia y adhesión por carácter dinástico, decidiendo incluso la conformación de estirpes por obligación a contraer matrimonio con el cónyuge que el gurú decida.

Estos son nuestros gobernantes, así está nuestro gobierno.

Por Iñigo Ruiz

La ONU resuelve que el aborto no es un derecho

Un giro de la situación

Estamos acostumbrados a leer noticias sobre el apoyo estratégico, argumental y demagógico que la mayor organización mundial ejerce sobre los gobiernos de las naciones en sus constantes presiones para implantar los subterfugios necesarios, en aras de imponer un abuso inconcebible. Una actitud constante, que vemos aquí, aquí y aquí. Han llegado al extremo de afirmar que «penalizar el aborto es torura», olvidando el trato que al feto se da con la única intención de provocar su muerte.

Les hemos visto recurrir a todo tipo de argucia refinada, a los más enrevesados ingenios para justificar la matanza de los hijos bajo cualquier pretexto, en el intento postmodernista de conseguir que el tópico llegue con la repetición constante a ser un referente en sustitución de los morales, de desplazar los planteamientos éticos por los que emanan las instituciones que representan supuestamente a todos (y no queda claro con qué derecho) .

No era posible seguir tragando las píldoras de falacia con que constantemente se bombardeaban las comisiones de esta institución, como los «derechos de salud reproductiva». Todos sabíamos que no se puede hablar de salud cuando se propugna todo lo contrario para quien está en proceso de reproducción. También lo sabían quienes se dedicaban a propagar este contrasentido, con la única y aviesa intención de presentar a «Quienes opinan en contra» y con ellos, una «división de opiniones» que no es real, para luego «presentar una polémica» y zanjarla a su conveniencia, dando por «superado el debate sobre el aborto» tras las imposiciones de turno. Demasiados países hemos sufrido ya ese torpe mecanismo que a nadie puede engañar. Demasiado dictatorial este puecherazo.

Durante este año, han seguido las argumentaciones en búsqueda del supuesto «derecho al aborto»  y como podemos ver, hasta el Secretario general ha tomado parte, evidenciando así un interés demasiado generalizado entre una organización que siempre ha estado sujeta a sospechas y conjeturas sobre sus intereses reales, incluso sobre la conformación real de sus órganios de gobierno. Se ha retorcido hasta el extremo la tan traída y llevada declaración Universal sobre los derechos Humanos (D.U.D.H.), texto ambiguo del que puede extraerse cualquier conclusión, sin que su redacción niegue o afirme ésta y toda su contraria.

Algunas ponencias feministas, en una clara resonancia de la letra de «La Internacional», pasaban del derecho al «deber». El radicalismo no tiene límites. Se hacía necesaria una base de consideraciones en apoyo al exterminio y estiraron de nuevo del cajón de la reducción de la tasa de mortalidad y de esa hipotética superpoblación mundial, que jamás ha llegado. Algunas organizaciones antiabortistas presentaron informes que mostraban la falsedad de estas pretendidas aseveraciones: Es el ámbito médico quien reconoce que no hay una relación probada entre aborto y reducción de mortalidad maternal, mientras que produce esta intervención la infalible muerte del feto. El campo legislativo podrá ordenarlo, pero no es capaz de conseguir la modificación de la ciencia médica para que ésta modifique a la vez la realidad.

En la Asamblea Plenaria de 2012

No se pudo llegar al consenso de que emane de la  D.U.D.H. ninguna licitación para considerar el aborto como un derecho, por lo que la moción al respecto ha fracasado por enésima vez. Llegando a este punto, debieran reconsiderar la promoción que vienen haciendo y descubrir la evidencia de que vulneran otros derechos inalienables que nunca podrán ser resarcidos, porque la muerte es irreversible.

por Luna

Revista de prensa. Lo último de Forum libertas, ACSA, CatalunyaReligiò, JSJ, Temes d’avui y Rescatadores.

Forum libertas nos anuncia que se va de vacaciones, con la salvedad de JMJ, y nos explican que el matrimonio gay del estado de NY es papel mojado, propaganda. También nos aportan un interesante estudio sobre la posición de un grupo de científicos nada pro vida que dicen que hasta los 14 días no se puede afirmar que tengamos vida humana (14 días y no 14 semanas como Aído).

Cruz de San Andrés nos remite dos e-mails relativos a la concentración en defensa de la vida del 25 de julio y a su contestación por parte de grupos radicales, y nos anuncia “la que están montando algunos grupos radicales de izquierda”.

CatalunyaReligiò nos proponen unas jornadas sobre la muerte (parlem de la mort). Y ya saben ustedes que cuando consideramos las postrimerías valoramos más la vida que nos queda y el poder hacer más por la vida de los demás, naciturus incluído.

Jóvenes de San José aprovechan para alabar el trabajo policial desplegado el 25 de julio ante las agresiones de los abortistas del grupo Kaos.

Temes d’avui resucitan la memoria de Josefina Vilaseca, niña catalana muerta por al estilo de María Goretti. Josep María Montiu realiza un interesante paralelismo que titula: «a más castidad, menos aborto«.

Rescatadores, por su parte nos explican la «revolución democrática» de los pro vida ante la anquilosada y antinatalista ONU. Una noticia que vale la pena seguir.