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Figurantes en la concentración por la vida

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Ya es de todos conocido que la concentración en favor de la vida que se reúne mensualmente frente al Hospital de San Pablo sufre el ataque laicista y proabortista de una contramanifestación convocada por grupos radicales de ultraizquierda, que nunca piden autorización para esta actividad. Vienen frecuentemente en nuestras crónicas y se pueden encontrar también en youtube.

Tuvieron dificultades que mermaron su contingente, como podréis ver en la entrada de este blog <<¿Por qué no hubo «malos» en la Hospital de San Pablo>>. Vieron también que la violencia que aplicaban no consigue amedrentarnos en absoluto y que la eficacia policial ha parado casi todos los golpes asestados, por lo que tuivieron que buscar nuevos modos para ejercer su intolerancia en modo eficiente, pero no evidente.

Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario han conseguido en esta última celebración, la del día 28 de diciembre. No fueron eficaces porque se veía muy bien quiénes eran y que actuaban de modo organizado, pese a pretender absoluta espontaneidad. No consiguieron salvar la absoluta evidencia por no saber disfrazarse adecuadamente de la «normalidad» que pretendían en el atuendo, estas personas que no están acostumbradas a ser normales. Pasar de la litrona en la mano o la camiseta del Ché Guevara al abrigo de trenka o chaqueta pija de esquí puede ser difícil, así como encontrar algo para la cabeza que pueda tapar crecidísimas rastas y extensiones de cabello.

De haber conseguido una buena caracterización que acompañara a un vestuario llevado con la mayor soltura que la costumbre otorga, habrían encontrado igualmente otros dos problemas, que no supieron solucioner porque no supieron ver: Sus caras no han cambiado y el grupìllo principal está comnpuesto siempre por los mismos. No sé cómo tienen los pies y podrán engañarme con un poco de harina -como en el cuento-, pero ya podrán disfrazar todo el cuerpo, que si no se tapan las facciones, digo aquello de la mona vestida de seda. ¡Ni una peluca se puso el calvo de siempre!

La segunda evidencia que obviaron (Y así les fue), la de sus voces. Muy peculiares las de camionera de algunas «miembras» [sic.] del colectivo Rimaia. Les aconsejo clara de huevo o gas helio de los globos hinchables, para modificarla.

Los veíamos de «transeúntes», con la falta de casualidad que supone venir andando en paralelo a la marcha. Ninguno la atravesaba en los otros sentidos o permanecía quieto en un lugar, mientras nosotros nos desplazábamos. Nadie en las mesas de las terrazas de los bares…  Pero en esta mala coreografía (Que desesperaría a Garci y hasta a Almodóvar), nos gritaban lemas tan «espontáneos» como «Dejad a las mujeres decidir», «Sacad vuestros Rosarios de nuestros ovarios» y otros consabidos, que nunca han faltado en su ofensiva. No gritaron el de «La única iglesia que ilumina es la que arde» por primera vez; temerosos de que se les viera demasiado el plumero.

Con esta representación, pretendían dar una imágen de que este rechazo es el originado por la gente de la calle, dar un topico de lo habitual, muy diferente del que allí existe y que contrasta con la mala intención de esta puesta en escena patética e histriónica.  ¿Qué  otras respuestas hubo por parte de los «normales» de verdad? Unos se ponían en pie al vernos pasar, otros hacían la Señal de la Cruz o cuanto menos, guardaban silencio. A alguno ví corear el Credo cantado con nosotros. Y quien daba una muestra de rehazo, se limitaba a sonreir y menear la cabeza, como diciendo que estamos pirados.

No importa. No es esta figuración la que más me molesta sino la del Gobierno con sus promesas a principios de año, su falta de diligencia o la muestra de traición con afirmaciones posteriores de carácter abortista.

Quizá lo de los malos actores fue un vociferio infructusoso, como puede serlo el nuestro. Pero las palabras de Gallardón y de Rajoy o el silencio de otros muchos al respecto son lo que tiene auténtica influencia. Y estos figurantes son más patéticos y peligrosos que los otros.

Por Iñigo Ruiz

Written by barcelonavida

diciembre 31, 2012 at 12:38 pm

Dudosa doctrina ética de la factoría del Hospital Sant Pau.

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El gerente del Hospital de Sant Pau de Barcelona, Xavier Corbella, ha presentado un protocolo de actuación en relación al aborto en el que se señala que en el Sant Pau “no se practican interrupciones del embarazo  voluntariamente; se practican interrupciones médicas del embarazo”. “Tú tienes  una madre que tiene un riesgo vital, tu vida corre peligro, tu feto es inviable,  entonces se practica una interrupción médica del embarazo”.

 

La presentación de ese protocolo de actuación, presentado con el supuesto beneplácito del Arzobispado de Barcelona, presente en el Patronato del Hospital, causa cierta extrañeza. Ya Pio XII explicó la doctrina del voluntario indirecto, y la misma Congregación para la doctrina de la fe ha vuelto a presentar esa doctrina en un reciente documento titulado: “aclaración sobre el aborto procurado”:

 

“Por lo que se refiere al problema de determinados tratamientos médicos para preservar la salud de la madre, es necesario distinguir bien entre dos hechos diferentes: por una parte, una intervención que directamente provoca la muerte del feto, llamada en ocasiones de manera inapropiada aborto “terapéutico”, que nunca puede ser lícito, pues constituye el asesinato directo de un ser humano inocente; por otra parte, una intervención no abortiva en sí misma que puede tener, como consecuencia colateral, la muerte del hijo: «Si, por ejemplo, la salvación de la vida de la futura madre, independientemente de su estado de embarazo, requiriera urgentemente una intervención quirúrgica, u otro tratamiento terapéutico, que tendría como consecuencia accesoria, de ningún modo querida ni pretendida, pero inevitable, la muerte del feto, un acto así ya no podría considerarse un atentado directo contra la vida inocente. En estas condiciones, la operación podría ser considerada lícita, al igual que otras intervenciones médicas similares, siempre que se trate de un bien de elevado valor —como es la vida— y que no sea posible postergarla tras el nacimiento del niño, ni recurrir a otro remedio eficaz» (Pío XII, discurso “Frente de la Familia” y a la Asociación de Familias Numerosas, 27 de noviembre de 1951)”.

 

No se entiende por qué no se aplica la doctrina del voluntario indirecto. Si la madre requiere operación para sobrevivir, practíquese de la forma menos intrusiva para la criatura. La posible muerte del feto no será éticamente reprobable.

Es interesante que el Patronato del hospital de Sant Pau aclare que entre los “abortos médicos” no estarán abortos por cuestiones  de enfermedades cromosómicas, como el síndrome de Down y el de Turnessr,  independientemente de que implique una discapacidad física o psíquica, pero con  excepción de casos en que se presenten marcadores adicionales de gravedad de los  apartados anteriores”. Es una pena la inclusión de este último punto (el subrayado es nuestro), que puede llegar a limitar o trivializar lo anteriormente señalado, pues bastaría señalar que se han advertido “marcadores adicionales de gravedad” para practicar el aborto.

Más preocupación causa el documento del Patronato del Sant Pau al señalar que: “También se asume la resolución de aquellos casos en los que se diagnostique  una “anomalía fetal” que de forma altamente frecuente se asocie con una muerte  fetal o neonatal a corto plazo, y también en aquellos casos de dolencias graves  e incurables en las que el desarrollo neurológico impida una vida consciente y  de relación con probabilidad de dependencia extrema y persistente”.

Son numerosos los casos de padres que han decidido seguir adelante en el embarazo a pesar de recibir informes sobre una más que probable muerte a corto plazo y que finalmente se han desarrollado con toda normalidad.

Un documento elaborado por la federación de médicos cristianos, de mayor credibilidad que el institut Borja, publicada dentro de los documentos de la “Pontificia academia de la vida”, señala que los diagnósticos médicos en temas de previsión de muerte prematura y vida vegetativa no son del todo fiables, y que, la vida vegetativa no debe equipararse ni al estado de coma o a la muerte clínica, y que no es una opción éticamente correcta decidir su eliminación.

El juicio del Instituto Borja de Bioética, según el cual: “en caso de conflicto grave, estamos a  favor de la decisión responsable y tomada en conciencia por parte de los  afectados”, es del todo inapropiado, pues la conciencia podrá ser criterio de moralidad cuando se ha formado correctamente. Como recordaba Juan Pablo II: «Entre los medios que el amor redentor de Cristo ha dispuesto para evitar este peligro de error [hace referencia a la conciencia venciblemente errónea], se encuentra el Magisterio de la Iglesia: en su nombre, posee una verdadera y propia autoridad de enseñanza. Por tanto, no se puede decir que un fiel ha realizado una diligente búsqueda de la verdad, si no tiene en cuenta lo que el Magisterio enseña; si, equiparándolo a cualquier otra fuente de conocimiento, él se constituye en su juez; si, en la duda, sigue más bien su propia opinión o la de los teólogos, prefiriéndola a la enseñanza cierta del Magisterio»(17).

Ver también artículo de mossen Custodio Ballester:

http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2012/10/aborto-limitado-en-sant-pau.html?spref=fb

Y mío:

https://barcelonavida.wordpress.com/2012/10/18/el-sant-pau-un-poco-mas-favorable-a-la-vida-y-la-maternidad/

Carlos Palos

 

 

 

 

Written by barcelonavida

octubre 19, 2012 at 1:38 pm

¿Dejarán de hacer abortos no médicos en el Hospital de san Pablo?

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Después de leer esta noticia

En la web de «La Vanguardia»

El Hospital Sant Pau de Barcelona limita los abortos a casos  extremos

El centro aprueba un protocolo de derivación de  casos a Vall d’Hebron y al Hospital del Mar con el visto bueno del arzobispado

Barcelona| 14/10/2012 – 10:22h

Barcelona. (EUROPA PRESS).- El Hospital Sant Pau de Barcelona ha elaborado un protocolo de derivación de las interrupciones voluntarias del embarazo (IVE),  después de que la fundación, en que se encuentra el Arzobispado, aprobara prohibir los abortos voluntarios, si bien  acepta «interrupciones médicas del embarazo» en situaciones extremas –aborto  médico– con el beneplácito de la representación eclesiástica en el  patronato.

En una entrevista de Europa Press, el gerente del centro, Xavier Corbella, ha  aseverado que en el Sant Pau «no se practican interrupciones del embarazo  voluntariamente; se practican interrupciones médicas del embarazo». «Tú tienes  una madre que tiene un riesgo vital, tu vida corre peligro, tu feto es inviable,  entonces se practica una interrupción médica del embarazo», ha señalado el  gerente del Sant Pau, que ha aprobado un protocolo de derivación al Hospital  Vall d’Hebron y del Mar de Barcelona de los casos voluntarios que se adecuan a  la nueva legislación vigente.

«No rehuímos la responsabilidad médica, que se da en circunstancias muy  particulares, y que son 8 ó 9 casos al año a lo sumo», ha aclarado Corbella,  quien ha explicado que los casos excepcionales, y que el hospital recoge en un  documento, son seguidos por el comité asistencial y la comisión médica, bajo los  protocolos aprobados.

«Si vienes como mujer a realizar una interrupción voluntaria del embarazo»,  el caso se derivará a otro centro, pero ha justificado que el nivel de  excelencia de la unidad maternoinfantil del hospital obliga a atender casos  complejos que, en algunos casos, requieren un ‘aborto médico’.

En un documento interno, al que ha tenido acceso Europa Press, el centro  asume la interrupción del embarazo «en el caso de enfermedades maternas graves  en las que el embarazo puede ser, con alta probabilidad, la causante de un  desenlace fatal, justificado con informes detallados y apoyados por literatura  científica actualizada».

También se asume la resolución de aquellos casos en los que se diagnostique  una «anomalía fetal» que de forma altamente frecuente se asocie con una muerte  fetal o neonatal a corto plazo, y también en aquellos casos de dolencias graves  e incurables en las que el desarrollo neurológico impida una vida consciente y  de relación con probabilidad de dependencia extrema y persistente.

Síndrome de Down

No obstante, el Sant Pau renuncia de forma explícita a abortos por cuestiones  de enfermedades cromosómicas, como el síndrome de Down y el de Turnessr,  independientemente de que implique una discapacidad física o psíquica, pero con  excepción de casos en que se presenten marcadores adicionales de gravedad de los  apartados anteriores.

El año pasado, el Patronato de la Fundación de Gestión del Sant Pau, que  cuenta con Arzobispado, Ayuntamiento y Generalitat –con mayoría esta última–, aprobó derivar las IVE a otros hospitales y dejar de practicar abortos  voluntarios. De todas, formas se acordó elaborar un protocolo para garantizar el  derecho que reconoce la ley sobre interrupción voluntaria del embarazo y salud  sexual y reproductiva, pero en otros centros.

En junio del año pasado, el Arzobispado comunicó públicamente que vela por  que el hospital no practique abortos, y señaló que el centro nunca ha pedido la  acreditación como centro autorizado para la práctica de interrupciones del  embarazo.

Según el nuevo gerente del Sant Pau, el Arzobispado admite los casos extremos  contemplados en el documento y argumenta: «Este centro no practica –la  interrupción voluntaria– porque tiene esta condición de que en el patronato  está la Iglesia y, por tanto, se acoge a la objeción y nosotros estamos  totalmente de acuerdo y los profesionales también». «Otra cosa es que los  profesionales lo que sí que no encontraríamos normal es no poder realizar una  interrupción medica del embarazo cuando la vida de la enferma corre peligro o el  feto porque es una actitud médica un procedimiento médico», ha señalado  Corbella.

La derivación de casos voluntarios a otros hospitales de la capital catalana  ha generado malestar entre los profesionales del servicio de ginecología de los  citados centros por ver aumentada su carga de trabajo y su disconformidad de  erigirse como centros de referencia en la materia, han explicado médicos a  Europa Press.

El arzobispado lo admite en casos extremos

Preguntado por la cuestión, el Arzobispado se ha remitido a la Consideración  del embrión humano, emitida por el Institut Borja de Bioètica de la Universitat  Ramon Llull (URL) a favor de la vida, pero que entiende situaciones graves  extremas. De hecho, el texto señala: «En caso de conflicto grave, estamos a  favor de la decisión responsable y tomada en conciencia por parte de los  afectados».

El Instituto admite que en caso de despenalización de la interrupción del  embarazo en ciertos supuestos de conflicto grave que hacen prever un futuro de  dolor y sufrimiento para los implicados, se comprende la intervención como un  gesto de comprensión y acogida hacia las personas que se encuentran en  circunstancias difíciles, concluye.

Me pregunto:

¿Es que hasta ahora se realizaban abortos no médicos en este hospital?

Encontrando dos respuestas posibles. La primera es que igual los ejecutaba un vendedor de trombones o cualquier otro intrusista, que de noche es vidente y trabaja en los sorteos de televisión.

La segunda es todavía menos ética, por lo que habré de descartarla: Por cuanto el ejercicio de la medicina se entrega a la mejora de la salud y bienestar del paciente, las praxis ordenadas a causarles el máximo empeoramiento que cabe esperar (la muerte) es contraria a la dedicación del médico, luego no podremos hablar con propiedad del término «aborto médico» en ninguna circunstancia.

Buscando algún sentido a este galimatías, la única solución que encuentro es que estén haciendo uso intencionado de eufemnismos con los que ocultar y edulcorar una realidad rechazable de principio y por principios. No es una especial agudeza lo que me lleva por este camino disquisitorio, sino la rutina que genera el hábito de encontrar siempre lo mismo en los intentos de justificar abortos. lamentablemente, encuentro por este sistema que no hacen nada más, aparte de intentar engañarnos y burlar a nuestras conciencias y las de S.E.R. el Cardenal Sistach. Porque la especificación de la característica que describe el adjetivo de «médico» da a suponer una excepción casual, lo que nos haría entender la exclusión de los otros casos, algo así como si éstos fueran los buenos y los otros no y por esto, se dejen de hacer.

O es que un nuevo hábito -saludablemente moral- destierra el deleznable de matar a un hijo por consentimiento de la madre: Cuando es el médico quien lo determina y no siempre teniendo conocimiento la gestante. ¿Es esto un aborto médico y lo otro un aborto a secas?¿Quién lo hace deseable y cómo lo justifica?

¿Pues quién iba a ser? Por desgracia, está detrás de todo esto el Instituto Borja de bioética, manantial de despropósitos contrarios al Magisterio de la Iglesia, que está obstinado en alumbrarla, para desgracia de todos. tan éticos, que aprueban que se derive el resto de casos a otros centros, porque son rechazables. (Ladrones: Vayan a robar a can Borja, que en mi casa está pero que muy mal hacerlo.)

¿Cómo lo va a justificar? De ninguna manera, porque no es posible hacerlo, no es justo. Ni visto desde la extraña sobredimensión de casos, que no coincide para nada con las estadísticas en que se da la posible elección (méramente técnica, que no moral) del médico entre ambas vidas, situación que raya en la actualidad los índices de lo improbable. Pero es que tampoco es justo que una institución consejera asesore a la Iglesia en contra de sus propias convicciones y principios, ni que encuentre el subterfugio casuístico para convertirla en el perro del hortelano, que ni hace, ni deja hacer. La clave puede estar en cómo se justifican las intervenciones en el seno  de esta Diócesis, a través de un entramado de estructuras de marcada intencionalidad ideológica y afinidad a quienes disponen los cargos. Viene a ser el modo en que se llegan a dar por buenos los verdugos en los países en que las ejecuciones son públicas, ni más ni menos.

Bien, llevamos una parte avanzada, pero esto es relojería, por lo que resulta necesario que todos los resortes y engranajes tengan sus contactos para tener un buen funcionamiento. Éste no podría darse sin convencer a la opinión pública de que se está haciendo lo más santo, a la vez que se consiente lo que no se sabe evitar (Por no decir que de esto ya se encargan los de Borja). Aquí tenemos un fabuloso cuento sobre la ACAI, que viene como anillo al dedo. Quede claro que no han solicitado nunca el ingreso en la mafia de clínicas aborteras, pero tampoco ha de permanecer en la oscuridad que no es requisito para que puedan parcticarlos, ya que esta asociación es como una comunidad de vecinos: Se dedica a gestionar y decidir algunos asuntos en modo colectivo, pero no tienen la competencia de legitimar los quirófanos o a los aborteros y se puede tener un matadero de hijos sin pedirles permiso. Si nos dicen desde el Consistorio que tampoco han pedido wi-fi en el hospital, tendrán la misma razón para disuadirnos.

Y llega el cumplimiento de la «Ley Aído». Pues miren ustedes, señores del Consistorio: En la juguetería de la esquina no tienen estos problemas, ni los tienen ustedes tampoco. No existen en los hospitales en donde no se aborta, a menos que se busquen específicamente. Si quieren, pueden hacerse todos «Pionners» y obedecer la promesa de no beber nunca más, como hacen los miembros de este colectivo, pero nadie les obliga. Quede claro.

Tampoco este lenitivo conseguirá evitar que una angustia enorme recorra la mente de todo aquél que se pare a considerar que cuando se siguen haciendo abortos y se han prohibido los voluntarios, sólo se pueden hacer los obligados, por exclusión simple. Ni conseguirán que el feto que dan por inviable aumente su viabilidad dándole muerte.

Llegando aquí, ya no me pregunto a quién quieren engañar, sino ¿A quién pueden engañar? está claro, nadie va a creer que esta tramoya es un escenario real, pero van a conseguir que los partidarios del aborto tengan nuevas distracciones para dejar de considerar que el feto sigue adelante en su gestación hasta el momento del parto si no se despedaza o envenena y que haya un nuevo asidero para permtir la desidia que por parte de nuestra Iglesia se está dando en este caso, que no es otro que de probada incompetencia. Pero una incompetencia que toma aquí el cariz equívoco, al aducir la característica de excelencia del centro para tener que admitir estas matanzas, cuando no llegue la del Hospital del mar o Valle Hebrón… Excelencia que pueden rebajar intencionadamente, bastando con no mantener a los cualificados en lo que no debe hacerse.

¿Pero dónde queda la excelencia de la Iglesia? Olvidada por completo, cuando se hace tabla rasa de las consideraciones de doctores como Gerôme Lejeune o Jouvé y se entiende que puede hacerse distinciones cualitativas entre personas con síndrome Down y otras que sufren otras alteraciones, que es un gesto de comprensión el de suponer que los enfermos no tienen alma -Requisito imprescindible a mi modo de ver para practicarles la eutanasia activa- o que el banderillazo intrauterino es un gesto de acogida.

Por Iñigo Ruiz

Written by barcelonavida

octubre 14, 2012 at 4:09 pm

Perseverando en el 25-V

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Cada concentración por la vida que celebramos se distingue por algo. Creo que esta vez ha sido por los dos excelentes textos que en él se han leído y que aquí os dejo para vuestra reflexión:

LA MADRE QUE PIENSA EN ABORTAR DEBE SER AYUDADA A AMAR

(…) Yo siento que el gran destructor de la paz hoy es el aborto, porque es una guerra contra el niño, una matanza directa de niños inocentes, asesinados por la propia madre.

Y si nosotros aceptamos que una madre pueda matar incluso a su propio hijo, ¿cómo es que podemos decir a otras personas para que no se maten? ¿Cómo persuadimos a una mujer para no hacer el aborto? Como siempre, debimos de persuadirles con amor y debimos de recordarles que amor significa estar dispuesto a donarse hasta quebrarse. Jesús dio Su vida por amor a nosotros.

Así, la madre que piensa en abortar, debe ser ayudada a amar, o sea, a donarse hasta que quiebre sus planes, o su tiempo libre, para respetar la vida de su hijo. El padre de este niño, quienquiera que él sea, debe también donarse hasta que se quiebre.

A través del aborto, la madre no aprende a amar, sino que mata a su propio hijo para resolver sus problemas. Y, a través del aborto, se dice al padre que él no tiene que tener ninguna responsabilidad por el niño que él trajo al mundo. Este padre probablemente va a poner a otras mujeres en la misma situación. Luego, el aborto sólo trae más aborto.

Cualquier país que acepte el aborto no está enseñando a su pueblo a amar, sino a usar de cualquier violencia para conseguir lo que se quiere. Por eso es que el mayor destructor del amor y de la paz es el aborto. “Vamos a rescatar al niño”. El niño es el don de Dios para la familia. Cada niño es creado a imagen y semejanza de Dios para grandes cosas — para amar y ser amado. Cuando las personas más viejas son llamadas a Dios, solamente sus hijos pueden tomar sus lugares.

Beata Madre Teresa de Calcuta.

Y este otro, no destinado a considerar la lucha por la vida, sino a considerarnos a nosotros mismos, quienes somos a menudo culpables de omisiones que conllevan las peores consecuencias. Tenemos motivos para salir, como aquí podemos ver:

Frente a la cobardía: Yo no.

En su «Vida de Don Quijote y Sancho», Miguel de Unamuno reinterpreta a Cervantes para llevar algunos derroteros de los lances quijotescos a sus consideraciones. Aquí le imita Calleja, en esta recapacitación, que no podemos perdernos:Benengeli* engañó  a Cervantes cuando, según él, Don Quijote contesta a quien le aconseja la vuelta  a su lugar manchego con un obediente «Decís bien«. El  magnánimo hidalgo no pudo someterse a un apremio tan sensato. ¿Volverse él a casa? Antes imagino su mirada compasiva posándose  de rostro en rostro y su voz sonora respondiendo así:
«Señor Bachiller, señores caballeros:  Cuando tantos se cobijan en casa rabo entre piernas, forzoso es que otros salgan  de allá. Aunque esos encargos vuestros rebosan discreta  intención, parad mientes en que me pedís que sosiegue renunciando a la empresa  que me he impuesto. Me exhortáis a la cordura; pero también a la  flojedad y al desánimo que acompañan al que deserta de su oficio. Me recordáis la prudencia, sin adivinar que es prudencia  arrostrar el peligro sin acrecentarlo, de suerte que no caiga en temerario el  valiente, ni el juicioso en cobarde. Pues, ¿no veis que las  maldades del mundo son naturales hijas de nuestra querencia a la muelle  habitación donde echamos llaves y cerrojos a las ansias de nuestro espíritu? ¿No veis que Jesús, Señor Nuestro, púdose quedar en Altísima  Casa, sobre los espaciosos cielos, y, sin embargo, quiso bajar de ella para  redimirnos? ¿Qué hubiese sido de nosotros, señor Cura, si  después, en medio de la Transfiguración, hubiese El escuchado las pláticas de  Pedro cuando pidióle que afincase allí con ellos, en una tienda o palacio, que  para El construiría en aquel monte?»
Imagino al caballero  (frente y voz en alto), siguiendo así: «Escóndanse los muy avisados que ven la  injusticia y, pudiéndola remediar, siguen adelante, camino de casa, como si  fueran en la paz y gracia de Dios que, con sólo esto, ya han perdido. Pero ¿vamos a amadrigarnos los ganosos de enderezar lo torcido  con nuestro fuerte o quebradizo brazo? No hay razón ni derecho a  quejarse si calentamos a la lumbre nuestros miembros, más ateridos de miedo que  de frío. Porque detrás de las villanías, de las traiciones, de  las deshonras, de los escándalos y los infortunios (como a espaldas de todos los  excesos de que hubo y habrá noticia) ha habido y habrá siempre un prójimo que  prefirió disimularse en casa.»
Don Quijote, con el puño en la  noble espada, los ojos encendidos y la voz crespa, haría retumbar estas  palabras:
«¡Quédese en casa el que no osa o no sabe o  no quiere sudar el pan, la fama y el honor! ¡Yo, no!
Quédese en  casa el que tiene por oficio la lisonja y por beneficio las rentas de la  adulación. ¡Yo, no!
Quédese en casa el que rezonga en voz baja  lo que calla en voz alta ¡Yo, no!
Quédese en casa el que se mofa  de las sandeces del pobre y finge oír música sacra ante las necedades del rico.  ¡Yo, no! Quédese en casa el que aplaude la Burla y el Cieno  cuando usurpan el trono del Arte. ¡Yo, no!
Quédese en casa el  baladrón de anchas costillas que se engulle el orbe a voces. ¡Yo, no!
Quédese en casa el tarugo que se cree navegante porque sigue a  flote. ¡Yo, no!
Quédese en casa el que sigue el rumbo que le  fija el miedo, el que se hincha con los buenos vientos y desfallece con los  adversos. ¡Yo, no!
Quédese en casa el que atisba a diestra y  siniestra, como comadreja asustada, a ver si le permitirán vivir el próximo  instante. ¡Yo, no!
Quédese en casa el que piensa blanco y  proclama negro y el que diciendo negro no piensa nada. ¡Yo, no!
Quédense en casa el listo, el cuco, el harto y el displicente.  ¡Yo, no!
Quédese en casa el que se venda los ojos para no ver lo  que el corazón debe sentir. ¡Yo, no!
Quédese en casa el que  llama delirio al fervor, chifladura al entusiasmo y desvarío a la lealtad. ¡Yo  no!
Quédense en casa los astrólogos que sólo escrutan el sol que  más calienta. ¡Yo, no!
Quédese en casa el que piensa mal de los  hombres todos y peor de todas las mujeres. ¡Yo, no!
Quédense en  casa el cuco, el listo y el harto, el pícaro y el displicente. ¡Yo, no!
Quédese en casa el mezquino que sólo ve cálculo en la bondad,  interés en la munificencia y jactancia en la largueza. ¡Yo, no!
Quédese en casa el pequeño que no se crece ante lo grande y el  grande que no se amengua ante lo chico. ¡Yo, no! Quédense en  casa el tigre astuto, la sierpe cabildera, el topo zapador, el ratón callado, la  hiena acuciosa, el verraco galamero, el camello ufano, el sordo pedrusco y el  mono berreón. ¡Yo, no!
Quédese en casa el que entiende la vida;  quédese en casa el que no entiende la muerte; quédese en casa el que teme pasar  por iluso, enamorado, tierno, crédulo, ingenuo y loco. ¡Yo, no!
Quédese en casa el que se ríe de las Españas, de la Imperial  Toledo, de las Siete Partidas y del santo amor que inspiran la Tierra y la Fe de  nuestros padres. Yo… ¡no!
En suma, señor Bachiller: el  que recibiendo un cuerpo no le pone alma; el que siendo hombre no se hace  caballero, váyase a casa, enciérrese en ella y deje libre y acendrado el aire  tormentoso, gélido, raramente apacible, pero siempre limpio, que con trabajos y  con honor respiramos los andantes.
Por todas estas razones y por  las nobles leyes de la caballería… ¡jamás se dirá que Don Quijote de la Mancha  se volvió a casa!
«
…………..
* Para dar verisimilitud a su novela, Miguel de Cervantes recurre a un historiador imaginario del que va tomando noticias históricas, Cide Hamete Benengeli. Calleja introduce aquí el recurso de preterición, al imaginar que esta información de que a Don Quijote le aconsejaron volver a casa y él respondió lo de «decís bien», atribuyéndole este noble diálogo.
Y en un ambiente de recogimiento, hemos discurrido por la Avenida Gaudí hacia el Templo de la Sagrada Familia, con el rezo del Santo Rosario. El día estaba ya oscuro y nos invitaba a reflexionar los Misterios, así como el silencio y el respeto que hemos podido contemplar por parte de los transeúntes y de aquellos que estaban en las terrazas, tomando café . Su compañía se podía ver reflejada en muchas caras , mientras en otras me ha parecido ver un agradecido reconocimiento de lo que hacíamos. Cada concentración es una vivencia y si en otras hemos recogido desprecio, amenazas, blasfemias e insultos, en esta sólo he visto una mirada de apoyo, una cercanía. Doy gracias por ella a la Santísima Virgen, que nos acompaña siempre. Nos ha pedido exclusivamente la oración, sin preocupaciones. Allí hemos estado, en su sosiego.
Por Iñigo Ruiz

Written by barcelonavida

septiembre 25, 2012 at 11:06 pm

Pudiera parecer… (Manifiesto del 25-V, julio de 2012)

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La crónica se reduce a una jornada tranquila en que los «malos» no  se lo han trabajado demasiado y eran pocos, desganados y aburridos. Los pesados de siempre que han «pesadeado» e incordiado como han podido y ha sido poco, porque eso cansa lo suyo.  Por otra parte, hemos podido ver que en esta ocasión muchos transeúntes se sumaban al rezo de las oraciones, aun cuando no vinieran a marchar junto a nosotros.

En fin, una concentración de estar por claustro en la que nos hemos reunido cincuenta personas y nos hemos encontrado con María como en familia. He llegado tarde al acto civil, por lo que -sinceramente- no os puedo informar de lo que en él se ha dicho. Pero el manifiesto que se ha leído esta vez merece ser considerado, por lo que  os lo dejo aquí:

jueves, 24 de mayo de 2012
PUDIERA PARECER… Autor: Francisco Javier Méndez Febles.

Pudiera parecer que somos pocos, los hoy aquí congregados, ante este lugar desolador. No nos importa. Sabemos que siempre fueron pocos los elegidos para las  grandes causas, en el pasado reciente los héroes de Fukushima, en el lejano los doce apóstoles.

Pudiera parecer que es una causa perdida. Nada más lejos de la realidad. Nuestra causa, no está muerta, porque es la causa de la vida, la causa del amor. 

Pudiera parecer, que la pandemia abortista se ha extendido por el mundo, que ha penetrado a partidos a derecha e izquierda, a gobiernos de derecha e izquierda, que arrastra millones de votos. Nos trae al pairo, porque sabemos que millones de votos llevaron al III Reich al poder y como consecuencia de ello, millones de hebreos, gitanos y otras etnias no arias acabaron en campos de exterminio. Los votos de los enemigos de la vida, no les dan razón, están desprovistos de sentimientos, están desprovistos de amor, carecen de vida.

Pudiera parecer que todo sigue igual en nuestro país, que solo ha habido el cambio de un gobierno abiertamente hostil a la causa pro-vida a un gobierno tímidamente hostil a la causa abortista. Falso: los dos han sido y son hostiles a la causa de la vida.

Pudiera parecer que nos han engañado con timoratas promesas electorales, de cambiar la aberrante y  eufemística  Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. No, no nos han engañado, seguimos pidiendo volver a la situación anterior a 1985, porque ningún ser humano bajo ningún concepto puede decidir que ser humano debe vivir y cual no. Aceptar ese postulado, supone volver a la idea nacionalsocialista de selección de la raza.  

 
Pudiera parecer, madre, que desde el poder, te están ofreciendo una solución desembarazándote del hijo que va a nacer. Nada más engañoso, taimado y felón. Lo que te están ofreciendo es que te conviertas en asesina, en sicario de sus programas de control demográfico, que eufemísticamente también, son más bien programas de exterminio. Se parece demasiado a la solución final del III Reich. Lo que te están ofreciendo, es que tú y ese hijo precioso que va a nacer os convirtáis en el conejillo de indias, en la moneda de cambio, con el que ensayan los mercaderes de la muerte, a quienes financian desde sus poltronas en una suerte de tráfico de vidas humanas.

Pudiera parecer, por último, camaradas, que vuestro sacrificio no merece la pena, que habéis perdido el tiempo en manifestaciones multitudinarias pero ineficaces, en reuniones, en concentraciones, en jornadas de divulgación de la causa. No desfallezcáis, la nuestra es la causa de la vida, y cuando algún día la historia reviva el hecho luctuoso de que hubo una vez una civilización desquiciada que se quiso suicidar, entonces, entonces, esa misma historia recordará la frase que en circunstancias dramáticas pronunció el probablemente mejor estadista del siglo pasado, Winston Leonard Churchill: “Nunca en materia de conflictos humanos, se debió tanto por unos muchos a unos pocos”. Por eso, porque somos pocos, por eso, porque las grandes causas se expresan con palabras cortas repetid hasta la saciedad SI A LA VIDA.

Written by barcelonavida

julio 25, 2012 at 9:01 pm